Eunuco (en griego, cuidador de lechos). Encargado de los departamentos
interiores de los palacios orientales. Cuando se trataba del cuidado del harén,
convenía que este oficial fuera impotente (por ejemplo, Ester 2:3), pero el
vocablo hebreo saris lleva también las acepciones "militar comisionado" (2 Reyes
25:19) y "allegado del rey" (por ejemplo, Potifar, Génesis 39:1). En
muchos contextos (por ejemplo, Ester 1:10 y Daniel 1:3) es difícil precisar si
el término implica o no castración.
Puesto que la castración se prohibía en Israel, los eunucos en el sentido
corporal eran de origen pagano (compárese Gálatas 5:12) y por tanto excluidos de
la congregación (Deuteronomio 23:1). Sin embargo, Isaías menciona a los eunucos
para ilustrar el amor sin límites de Jehová (Isaías 56:3 al 5). El oficial de
Candace (Hechos 8:27 al 39), al abrazar el evangelio, se apropia de esta
promesa, aunque se ignora su condición física.
En Mateo 19:12 el Señor habla de tres categorías de eunucos: los que lo son de
nacimiento, los que otras personas los hacen eunucos (es decir, castrados) y los
que son eunucos por razones o causas espirituales, o sea, que están dispuestos a
sacrificar sus deseos y pasiones naturales por el Reino de Dios (compárese1
Corintios 7:7, 32 al 35).
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